House of Grudge es una de las aventuras gráficas más terroríficas que hay para Android

Hubo una época donde el género de los juegos de terror estuvo en auge. Un montón de propuestas que buscaban meternos en la piel de algún protagonista desvalido mientras salía de algún sitio siniestro, todo ello aderezado con unos cuantos sustos y apuros. Estamos lejos de llegar a ese nivel pero buscando por Android nos hemos encontrado con una joya que recupera lo mejor de esta temática.

Con el nombre de House of Grudge tenemos un título que viene de Corea del Sur con un propósito muy claro: que pasemos miedo. No nos dejemos engañar por el idioma (incluye versión en inglés) porque se trata de una aventura algo arquetípica pero nos que nos dará algún que otro susto. Sujeta bien el móvil o el tablet, por lo que pudiera ocurrir.

Puzzles y sustos en una divertida combinación

No se puede decir que este juego sea un alarde de originalidad en la temática: nuestro protagonista se ha quedado en una casa embrujada atrapado y nuestro objetivo es salir de ella resolviendo un montón de puzzles. Nada nuevo, pero sigue siendo igual de efectivo. Casi todo el juego consiste en una aventura gráfica donde, con los dedos, iremos usando diferentes objetos a la vez que recopilamos pruebas para resolver los diferentes misterios.

¿Qué sustos veremos en el juego? Un recurso clásico pero que funciona: que aparezcan objetos de forma inesperada con algún que otro ruido estridente. ¿Estamos revisando un elemento de forma minuciosa? De repente nos aparece el cuerpo de una niña colgado de una soga. Por eso os decíamos que sujetéis bien el móvil, nunca nos esperaremos el momento de que ocurran.

La ambientación del juego es francamente buena y consigue meternos muy bien en la situación: visualmente está muy logrado y los efectos de sonido se usan con mucho acierto. Merece la pena jugarlos con auriculares. El juego está disponible al precio de 0,99 euros y no incluye compras dentro. Por desgracia no existe una demo gratuita para darle una oportunidad sin tener que pasar por caja.