Desde hace unos años Huawei es una de las compañías a seguir en el Mobile World Congress. En la edición de 2015 nos dejaron accesorios como la Talkband B2 o el Huawei Watch, reloj al que le ha costado varios meses llegar al mercado. El resto de sus anuncios no tuvieron mucho impacto pero hace una horas un portavoz de la compañía ha confirmado que su próximo buque insignia se dejará ver en Barcelona.
Richard Ren, responsable de dispositivos de consumo en Europa, ha dejado entrever los planes de la compañía para los próximos meses. De aquí a finales de año no tendremos nuevos anuncios pero 2016 empezará fuerte: el sucesor del P8 se dejará ver en el Mobile World Congress y no en un evento paralelo meses más tarde como ha ocurrido en otras ocasiones.
Huawei quiere ser uno de los focos de Barcelona
Sobre el sucesor del P8, Richard no dio ningún detalle adicional cuando se le preguntó por el dispositivo. Según nos ha podido confirmar a un grupo de medios, el objetivo es seguir creciendo y que el nuevo terminal sea uno de los mejores del año. Puede sonar a obviedad pero a día de hoy es una de las prioridades en la compañía: competir en el sector tope de gama. Para luchar por el precio, ya tienen Honor.
Este año han rozado un nivel muy bueno y demuestran que Huawei va en la dirección acertada. Todavía les queda un pequeño escalón para rozar la excelencia a pesar de que tanto el P8 como el Mate S han demostrado ser buenos terminales. El problema para ellos es que la competencia, con más experiencia, les ha superado en algunos aspectos importantes.
Tras haber analizado este año ambos teléfonos, me gustaría que los avances en la gama alta de Huawei se centraran en cubrir carencias y no tanto en añadir funciones que aportan poco al uso cotidiano. Force Touch está bien pero no tiene una integración de software, los nuevos modos de la cámara son curiosos... Avances, sí, pero todavía hay una serie de compromisos.
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