Que la pantalla iba a ser la protagonista absoluta de los Galaxy S8 era un hecho de sobra conocido gracias a las filtraciones de los últimos meses. Samsung ha apostado por incluir pantallas más grandes en un diseño en el que los marcos se reducen de forma notable para así no perjudicar el tamaño total de los nuevos Galaxy S8 y S8+. Pero además de por su tamaño, las curvas de sus laterales o sus esquinas redondeadas, la pantalla de los nuevos flagship de Samsung destaca por su resolución.
En una jugada similar a la de LG con el LG G6, Samsung nos propone un panel que crece en altura pero mantiene la misma anchura, situándose en 2.960 x 1.440 píxeles, lo que ellos llaman resolución WQHD+. Sin embargo, ayer supimos que esta no es la resolución que traen de serie. Por defecto, los Galaxy S8 están configurados con resolución FullHD+.
Tres resoluciones disponibles
Durante los últimos meses, la actualidad tecnológica ha estado marcada por los incesantes rumores del dúo Galaxy S8, pero ayer Samsung puso un punto final para presentarnos oficialmente sus nuevos smartphones estrella para 2017. Las sorpresas brillaron por su ausencia y, uno tras otro, todos los rumores acabaron confirmándose religiosamente.
Como decíamos, las pantallas fueron las protagonistas. Hablamos de dos paneles Super AMOLED de 5,8 y 6,2 pulgadas respectivamente, con curvas dual-edge en ambos casos y unas esquinas muy redondeadas que marcan esa línea orgánica del diseño.
Para la resolución, Samsung optó por modificar el estándar QHD que venían usando hasta ahora (2.560 x 1.440 píxeles) para dar paso a un formato más alargado que sube hasta 2.960 x 1.440 píxeles. Esta es la resolución máxima que alcanzan los Galaxy S8 y S8+, cuya densidad de píxeles se queda en 570 puntos para el S8 y 529 puntos para el S8+.
Pero los Galaxy S8 no vienen de serie con esta resolución. Tal y como aparece en la letra pequeña en la hoja de especificaciones oficial, por defecto, los terminales están configurados con resolución FullHD+, que corresponde a 2.220 x 1.080 píxeles, aunque informan de que se puede modificar en el menú de ajustes.
¿Y cómo es ese menú? Gracias a nuestra compañera María Gonzalez de Xataka que viajó a Londres a la presentación, hemos podido echar un vistazo a esa pantalla de configuración, la cual nos permite elegir entre tres resoluciones: HD+, FullHD+ y WQHD+.
Como la pantalla del S8 es más alargada y ofrece un formato nuevo (18,5:9), Samsung añade ese apellido 'plus' a todas las opciones. Cuando hablamos de HD+ en realidad es 1.480 x 720 píxeles, 2.220 x 1.080 píxeles para FullHD+ y finalmente 2.960 x 1.440 píxeles para WQHD+.
Aunque Samsung no da detalles acerca de por qué nos permite cambiar la resolución, el motivo está claro: ahorrar batería. De hecho, la decisión de mantener baterías de 3.000 y 3.500 mAh en dos terminales con pantallas mucho más grandes ha sido uno de los puntos más controvertidos ya que podría afectar negativamente a la autonomía.
Bajando la resolución se reduce el impacto sobre la batería. Ahora queda probar más a fondo los S8 para comprobar si los datos de autonomía que ha proporcionado Samsung han sido calculados con la pantalla configurada en FullHD+ o en su resolución máxima.
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