Llegan los primeros Android One, ¿es una disrupción?

Llegan los primeros Android One, ¿es una disrupción?
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Hoy hemos visto como una filtración ha presentado el primer terminal Android One y otra nos permite ver el segundo, que en principio saldrán en la India. Un poco más tarde Google ha lanzado oficialmente el programa Android One con otro terminal más. Todos los terminales (Spice Dream UNO, Karbonn Sparkle V y Micromax Canvas A1) tienen una pantalla de 4,5 pulgadas, procesador de cuatro núcleos a 1,3GHz, 1GB de RAM y 4GB de memoria interna. Cámaras trasera y frontal de 5 y 2 Mpíxeles respectivamente. Batería de 1.700 mAh. Los precios rondan los 89 euros al cambio (aunque el IVA es más bajo en la India que en Europa).

La gran ventaja de estos terminales es que Google actualizará directamente el software. Vienen de fábrica con Android 4.4 y se espera que los fabricantes no tengan que preocuparse del software, sólo de lanzar un hardware competitivo y barato. Google se ocupa del resto. ¿Estamos ante una disrupcción en el mercado?

Terminales de gama media

La primera novedad de los terminales Android One es que son de gama media. Aunque se habló de que Android 4.4 sería fluido con 512 MB de RAM al final vemos que estos terminales van con 1 GB. Y el procesador es quizá mejor de lo esperado, un Quad Core a 1,3 GHz (MediaTek, claro) es algo que nos aleja un poco de las gamas más bajas.

Esto es por tanto una esperanza, el programa Android One no van a ser terminales muy cortos de potencia. Se quedan en la gama media y eso es bueno para los usuarios que podrán disfrutar de todo lo que ofrece Android, excepto quizá jugar a los juegos más sofisticados. Estamos ante un buen programa en este aspecto.

Precio competitivo

El segundo punto importante es que los precios son, al menos por lo visto en la India, competitivos. Móviles por 89 euros son realmente rompedores. Y sobre todo porque son móviles de gama media, como he dicho antes, terminales Android completamente funcionales a unos precios realmente bajos.

Eso sí, si miramos otros terminales de prestaciones similares nos encontramos con que ya tenemos al MotoE por los 100 euros, sin necesidad de un programa especial como Android One. Es decir, quizá el programa Android One no es el que va a romper precios, son los propios fabricantes los que lo están haciendo, ya sea por su cuenta o con la ayuda de Google en la parte del software.

Las actualizaciones software, ¿tan importantes?

Por tanto lo verdaderamente rompedor es que los terminales vengan soportados en el tema de software directamente por Google. Es cierto que esto puede significar una reducción de costes para los fabricantes y que esto se refleje en los precios finales, pero lo verdaderamente innovador es que el soporte de los terminales lo da Google y el fabricante se dedica únicamente a poner un hardware decente y venderlo. No tiene que preocuparse de las actualizaciones.

¿Es esto importante? Para los que estamos en el mundillo Android sí, mucho. Por eso nos gustan los Nexus, porque tenemos el software al día y no hay limitaciones. Hay todavía muchos terminales de gama media con Android 4.2 que por ejemplo no son compatibles con Android Wear. La responsabilidad de actualizarlo es del fabricante, que a lo mejor no tiene los recursos necesarios para dedicar su atención post-venta a sus gamas medias y bajas.

Pero, ¿y el público en general? ¿Valorará realmente el programa Android One? No creo que tanto. Valorarán que los precios sean reducidos, pero no estar a la última de software. Mientras las aplicaciones más usadas funcionen en un amplio abanico de versiones de Android no habrá tantas quejas de la fragmentación de Android, al menos entre el público en general.

Por tanto creo que este programa no es una gran revolución. Los precios ya estaban muy ajustados y la presión a la baja lo ha propiciado tanto los fabricantes de compontentes como la competencia entre marcas, no necesariamente el programa de Google. Y tener el software al día es muy interesante para los más entendidos, pero no para la gran mayoría.

La estrategia de Google es, desde luego acertada, pero no revolucionaria.

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